Impresionantes por su tamaño, su potencia y su movilidad, las excavadoras se utilizan en multitud de trabajos, como el movimiento de tierras, la demolición, la extracción, la excavación de cimientos o el traslado de materiales.
La presencia de peatones en las inmediaciones suele ser necesaria para clasificar los residuos o guiar al conductor. En espacios abiertos, la configuración del terreno dificulta la gestión de esta coexistencia a pesar de las medidas organizativas. Las excavadoras son especialmente peligrosas para cualquier persona que penetre en su radio de acción, porque tienen multitud de ángulos muertos traseros y laterales que obstruyen la visión del conductor. El riesgo de colisión con peatones también existe aunque la excavadora no se desplace, ya que el operador puede efectuar rotaciones de 360 grados en cualquier momento.
¿La solución? Blaxtair, que avisa al conductor si hay personas en peligro cerca de la excavadora para evitar colisiones. El conductor puede controlar la posición del peatón a través de una pantalla en la cabina.